lunes, 3 de noviembre de 2008

-El Peor-

...Me estoy acostumbrando a la mala vida, a los malos, lugares y a la buena compañia, en días pasados me he sentido desencanchado en los lugares en que cualquiera se sentiría de lujo, y sí, hablaré de bares y qué?: ya estoy adecuado a la "clama" que con su espacio reducido y sus repetitivas caras y canciones me hacen sentir como ya hace algunos ayeres el "receso" la hacia y no se diga aca en mi rancho "el caracol", nooooommmmbreeee!!! como crees?, es una tienda que tiene una pequeña barra a la que llegan desde el enterrador del panteon por su "remedio" hasta el profe mediocre por un bacacho blanco, y es que por azares del destino conocimos este "lugar" (la neta no sé que sea) pero su apariencia queda relegada después de que te has hechado unos buenos clamatos...
           Y probablemente me sienta bien en aquello lugares, pues el estar sin compañia femenina no me produce este hueco en el estomago, pero hace poco en otro antrillo de por aca, mi primo bailaba muy cariñosamente con su novia, lo cual me revolvio el estomago y es que muy a pesar del embarazo de mi Vixito, ni antes, ni después creo que le den la oportunidad de salir para podernos echar una bailada. Me quiebra, me llena de ira y coraje no poder competir con las decisones e ideologias de los pies y manos que le hablan diciendo tonterias.
             Sí restringes a alguién resulta de lo más contraproducente, esté encontrará la manera de hallar otras escapatorias que resultan falsas. Evitemonos los regaños y dilemas morales...